domingo, abril 11, 2010

Buenos días, Don Nadie


I'm Nobody! Who are you?
Are you - Nobody - Too'?
Then there's a pair of us?
Don't tell! they'd advertise - you know!

How deary - to be - Somebody!
How public - like a Frog -
To tell one's name - the livelong June -
To an admiring Bog!

(Emily Dickinson, Variorum edition, 288)


¡Soy Nadie! ¿Quién eres tú?
¿Tú eres – Nadie – también?
¿Entonces ya somos dos?
¡Calla! ¡Lo proclamarían – ya sabes!

¡Que aburrido – ser – Alguien!
¡Qué vulgar – como una Rana –
Decir nuestro nombre – todo el largo Junio –
A una Ciénaga que te admire!


¿Cómo se puede ser alguien? No ya sólo en la vida sino en el puro lenguaje que nos enuncia. Si mi boca dice: «Soy alguien», ¿no estará ya ella misma mintiendo? ¿Cómo va a saber la lengua que hay algo detrás que habla?

Y como ya lo dijimos una vez, esto del hacerse persona sólo puede ocurrir en la medida en que uno se contempla a sí mismo. Se logra básicamente con la trampa maledicente que dice que uno es el reflejo del espejo, cuando no puede haber nada más falso. Simple y sencillamente porque la vista no se puede ver a sí misma, tal y como el lenguaje no puede hablar de sí mismo.

Está ahí. Estamos ahí, o por lo menos eso parece. Pero de ahí a ser Alguien –alguien en el sentido de que sea uno, no que sea algo, ya que si es uno, necesariamente tendrá que ser él todo uno, impidiendo que así, dentro de sí se un simple algo-, hay una diferencia considerable.

Luego, ¿qué hay acá abajo? ¿Qué hay del otro lado de la Realidad? (Ese Ojo que esta observándolo todo desde lo Alto y que pretende que todos veamos con su mirada) ¿Qué hay aquí abajo? ¿Qué dice la boca cuando se sincera consigo mismo?

Soy Nadie, o lo que es lo mismo soy cualquiera o más lógicamente, si algo que no es uno. Y si hay algo de amargor en ese descubrimiento, no será nunca, eso lo puedo asegurar, debido a la suplica constante de la Realidad (de Dios) que pretende realizarse con furia entre los mortales, a base de pasaportes, cuentas bancarias, nóminas personales, currículos y números de identificación fiscal.


5 comentarios:

awacat.es dijo...

A mí me gusta la gente que se considera algo, aunque sea un don nadie.

Los sobrados, los que gastan su saliva, sus letras para decir tonterias no debieran de exístir.

Un beso

Alejandro Vázquez Ortiz dijo...

Juas, y yo de cuales soy. De los sobrados o los don nadie. Que es que a veces nu sé. Intento decir cosas, pero seguramente fracaso siempre.

Y la prueba, siempre lo he pensado, es que nada más usted habla.

Pocas veces me gusta el resultado de lo que acaba, pero wueno, no por no gustarme voy a dejar de intentarlo.

(Por cierto, Atlético 1 - Xerez 2, que poca verguenza tienen algunos, chica. Por lo menos podrían dar el pego de que les importa la Liga, el pego, nomas, tampoco se pide mucho.)

awacat.es dijo...

Jajajaja, es que me parto, yo creo que intentas, a veces, ser sobrao, pero no te va. Mejor ser un don nadie en internet y pasar desapercibido. Como todos. ¿Para qué más?.
Lo que podemos hacer para que parezca que hay más gente es que yo repita cada post dos o tres veces, jejejeje.
Ahora seria. Mejor dejemos hoy al atléti que me quedo sin palabras ya..

awacat.es dijo...

Mañana sabremos si mí atleti es campeón, jejeje.

Me morderé las uñas y sufriré, para variar.

Besos

Anónimo dijo...

¿Don Nadie, dice? Según yo veo se llama Don Alejandro Vázquez Ortiz... si fuera nadie, quizá sus cosas valdrían más la pena, pero no... resulta que no. Que es otro nombresucho más, entre los miles de nombresuchos que hay por ahí. Usted no es don Nadie, es alguien. Que dicen que el primer requisito para aprende algo es no saberlo. Pues lo mismo con esto, para dejar de ser persona, por lo menos debería empezando por reconocer su condición de nombrecito.